lunes, 28 de marzo de 2016

Posibles incorporaciones en el diccionario de la RAE

Batman: identidad secreta del millonario Bruce Wayne, que tras haber perdido a sus padres cuando niño en un asalto, a la salida del cine en su ciudad natal, y tras haber viajado por el mundo y entrenado con la Liga de los Asesinos, decide volver a la ciudad de Gotham para combatir el crimen disfrazado de murciélago y utilizando una variedad de armas y tecnologías avanzadas.

Superman: alienígena con súper fuerza y no demasiada inteligencia, que por algún motivo pensó que podía ganarle a Batman y este le dio una cagada que sintió hasta su bisabuelo en Criptón. En la tierra se hacía llamar Clark algo.

domingo, 27 de marzo de 2016

Marcha del orgullo

Esa mañana se armaron de pancartas afiladas, carteles y pasacalles. Vestían trajes de guerra ceremonial de la cintura para abajo. Los vestidos de los oficiales, adornados con lentejuelas doradas, sobresalían por sobre la simple falda de gamuza de los soldados rasos. Las sandalias hacían juego casi siempre. Y aunque algún desprolijo pudiese tratar de combinar rosa con amarillo, siempre era reprochado severamente por su oficial a cargo o un compañero. Los más osados se animaban a lucir botas de taco alto, largas llegaban hasta sus rodillas.

– ¿¡Qué queremos!? – A lo que la muchedumbre respondía – ¡poder casarnos!

– ¿¡Con quién queremos hacerlo!? – A lo que solo uno respondió – ¡con usted!

sábado, 26 de marzo de 2016

Vacaciones permanentes

Tengo vacaciones, pocos días, decido quedarme en casa, para ahorrar. Experimento aquí, donde vivo con mi familia en número de 12 más o menos, una sensación de alienación, una falta de pertenencia. Es por mi incesante ritmo de vida, en días comunes paso solo 8 o 9 horas en casa, de las cuales 6 estoy durmiendo. No es de extrañar, entonces, que el hecho de pasar dos días seguidos sin salir, siquiera para comprar una gaseosa en el kiosco de la esquina, generen perturbaciones en los otros habitantes del ambiente, como en mí también. Las conclusiones directas del experimento, pasados menos días de los que estipule para empezar a obtener algunos resultados, son a) no soporto a mi familia y, el menos esperado, b) mi familia no me soporta a mí.

Polución

Polución es un ser profano hecho de partes de otros seres como él, monstruos de lo absurdo. La prole del caos del mundo tiene formas impensadas. Inmundo y mal oliente excremento de un dios u otro. Que se nutre corrompiendo una tierra agónica y deshecha, un mundo decadente. Polución es un glotón. Es un goloso que engulle muerte en bocados y atracones mórbidos. Y engulle vida. Absorbe lo inútil del ser, cual fuese, y lo aprovecha en su contra. Lo hace parte de su carne, que no es carne, y de su sangre que no es sangre, y de su vida que es muerte. Y es un muerto viviente. Un ser reptante y corrosivo que se mueve estando quieto, que se expande. Un ser errante, purulento y tóxico, que crece inconmensurable y reclama su lugar en la tierra, su potestad sobre los hombres. Polución es un Dios. Polución es mi único Dios y voy a venerarlo cada día de mi vida, con cada uno de mis actos, hasta terminar con este mundo.

Escritos sueltos encontrados tres

¿Qué necesito?
nadie supo decírmelo nunca
tal vez no lo pregunté a tiempo.

No vi la tormenta arrasar mi casa
no vi las brasas extinguirse con el agua.

Te culpé cuando no tenía a quien culpar
me culpé cuando abrí los ojos, y después ahí se hundieron
dejaron un cráneo hueco, un cuerpo muerto.

Al final descubrí
que la vida era más que tu muerte.

Escritos sueltos encontrados dos

Como hacer para no arruinar lo que tenemos, quien soy yo para decidir que es hora de dar el gran paso, que me hace creer que al menos dirás que sí.

Amiga mía, querida amiga, este es el eterno dilema. Del que hablan las cientos de canciones que no vienen a mi mente ahora, que te dedicaría si al menos alguna dijera todo lo que tengo para decirte, y callo. Y es que somos tan compatibles como queremos ser. ¿Sera que mutuamente nos mostramos lo mejor de cada uno? Cada palabra solo nos dice cuan acertada es la idea de estar juntos, de intentar estar juntos. Yo no lo creo así, porque estoy lleno de defectos que a cada momento demuestro sin inhibiciones, que vos entendés sin reparos y aceptas, por suerte aceptas. Me muestro como soy y te gusta. Te cuento como quiero ser y adonde quiero llegar y te emociona, como a mí me emociona la idea de que estés a mi lado cuando todo esto suceda. Porque vas a estar, como mi amiga querida, como una amante enamorada, como sea te quiero junto a mí.

Y escucho tus ideas y tus proyectos. Me gusta la mujer que eres y más me gusta la mujer que quieres ser. Me idealizo como un compañero de tus aventuras y desventuras, para verte correr y tropezar y levantarte, para que caigamos juntos cuantas veces sean necesarias. Ambos tenemos esas metas indispensables que cumplir, y ambos queremos a esa persona a nuestro lado para apoyarnos, para ayudarnos. Creo en tus actitudes, creo en tu capacidad para superarte como creo en mi propio espíritu, sé que ambos podemos llegar muy lejos, juntos, las distancias no tienen significado.

Te busco para sacarte una sonrisa que me adueño y no voy a devolverte nunca, que atesoraré siempre. Como un ojo por ojo te regalo mi alegría a carcajadas, en tardes de mates largos y reflexiones cortas. Pasamos de un examen exhaustivo de la realidad a hablar del otro ideal. Recordamos a la familia que tenemos lejos y cerca, y extrañamos en equipo, que es más fácil y entristece menos. Compartimos historias vergonzosas que no compartimos con nadie, son secretos que entre nosotros no hay, o son verdades que solo nosotros podemos saber. Disfrutamos de una amistad que podría ser eterna, del compañerismo que se da a veces, de la fortuna de conocernos. Lo que dure esto, espero que también sea una elección mutua.

viernes, 25 de marzo de 2016

Tarde de crisis de los 30

Me pasé la tarde, aprovechando el Feriado, leyendo y releyendo viejos escritos. Es interesante lo que se puede encontrar cuando se abre el baúl de los recuerdos. Entre mitades de cuentos e intentos de poesías fui descubriendo puteadas a antiguas novias y cartas de amor a sub siguientes desencuentros amorosos. Además había un sinfín de escritos incalificables de índoles tan erráticas como criticas de cine, reflexiones filosóficas y hasta letras de canciones. Descubrí en esos viejos textos a la persona que solía ser, cuando más joven, una persona un poco menos intelectual a la hora de contar, o escribir en este caso, lo que sentía, obviamente una persona un poco menos leída, aunque en esto tampoco progresé mucho, una persona más pasional, más desenfrenada, mas verborrágica y catártica. Eso en comparación con la persona que veo actualmente en el espejo, 10 años después, ya con 30 años encima. Esta versión, la actual, se considera a sí mismo como un ente más calculador, selectivo, un poco huraño, mucho más reflexivo de lo que muestra y a quien. Meditar sobre esto, recordar un poco mi pasado y aquello sobre lo que solía escribir, me llevo a algunas conclusiones reveladoras:

1 Si bien el tiempo tiende a hacernos más sabios, también nos vuelve menos osados a la hora de jugarnos por la camiseta.

2 No podría volver a escribir cosas como las que estuve leyendo esta tarde, no porque no sea intelectualmente capaz de hacerlo, sino porque están cargadas de sentimientos y emociones que me asusta volver a experimentar.

3 Lo que escribía antes, tan verborrágico y catártico, y lo que escribo ahora, tan intelectualizado e irónico, ninguna de las formas, nunca, me sirvieron para levantarme una mina.

Algunas envidias

Envidia. El corazón lo admite. Mis ojos bailan al ver, se repite la lectura una y otra vez. Son las horas que pasan y se van. Después de tanto tiempo ¿qué nos costaba? Si sos la mujer perfecta, la perfecta desilusión. Si soy un mendigo que te reza, nada podría salir mal. Nada sucedió más que la envidia. El corazón la bombea y entre las venas la sangre es verde. El cuerpo se hincha de rabia, la cabeza explota en un mar y mancha las cuatro paredes. El mundo se vuelve ciego y estás más solo que antes. Más solo que antes de conocerte, envidia.

Envidia de la barbarie que lo hace peligroso, envidia de la facilidad de su lengua de serpiente, envidia de su tranquilidad desmedida, de su autoestima de estatua. Envidia de no tener que hacer nada y ganarlo todo. Envidia de ocupar el trono, ser el rey vehemente del gran castillo, de acostarse en tu alfombra de mujer fatal. Lo veo y envidio todo cuanto no soy, todo cuanto no tengo, toda tú, envidia.

Escritos sueltos encontrados uno

El ser literario es un ser solitario. Es como una roca dura y fría cuando critica su obra última. Es un enamorado de las situaciones simples que encierran grandes historias. Es un soñador irremediable, el perfecto idiota, crédulo e inocente. Es el profeta de los momentos de su vida, el idealista que acierta para su desgracia. Es el que quiere más de aquello que solo él entrega. Es el que le busca la vuelta a todo, pero que nunca encontró vuelta. Es el que estuvo aquí y allá y nada trajo. Es el colgado de siempre, de una viga que no se rompe, de una muerte que es segura, que va lenta, pero segura.

De cerquita

Tu sonrisa es, de cerquita
esa que no regalas en ninguna fotografía,
esa que no conocen quienes no te miran, de cerquita
esa que es una mezcla de labios mojados de besos
de nariz y ojos que se confunden
y de un profundo suspirar, profundo y de cerquita
melancolía de domingo y mates.

Tu sonrisa es, de más cerquita
la picardía de hacerme la contra en todo y disfrutar de mis rabias
y callarme de una mordida y escapar descalza por toda la casa, desnuda
pero quedarte con tu sonrisa, de cerquita
y esperar el choque de mis ideas con tus intuiciones
y morderme de nuevo, de cerquita y correr
para que me confunda y me olvide y te quiera atrapar
tenerte cerquita.

Tu sonrisa es y será, de bien cerquita
el recuerdo de tardes traspiradas, abrazados sin motivos
odiándonos por no poder dejar de sudar, ni estar cerquita
olvidándonos que un tiempo atrás ese cerquita era dulce,
que las rabias eran un juego y que no te perseguía para hacerte daño
que te quería tener, así, cerquita, como a tu sonrisa
la imagen más bella que tengo de vos, de cerquita.

Y tu sonrisa es, ya no tan cerquita
un flagelo que me congela de noche, la amargura del insomnio
el espanto de la soledad más solemne
de no saber vivir sin, de no poder vivir con
es tu sonrisa, lejano el recuerdo
una línea más en una lista de derrotas, tiempo perdido irrecuperable
la nítida noción de no saber nada, de vos
ni de tu lejana, lejana sonrisa

jueves, 24 de marzo de 2016

Checklist 24 de marzo

Tareas para la tarde:
ayudar a preparar la humita
recibir a las visitas
preparar los mates
recordar a los desaparecidos
recordar nunca olvidar

domingo, 20 de marzo de 2016

Repetidas mariposas en la panza

Pensaba en una película de Adam Sandler. Sí, creo que alguna película de Adam Sandler puede llegar a motivar escribir algo al respecto en mi blog alguna vez. El film en cuestión era, según recuerdo su traducción al español proyectada por canal 8 “Como si fuera la primera vez” o algo así. Es la típica comedia romántica con un toque de humor irónico desde los personajes secundarios, que no son más que arquetipos estereotipados y exagerados en la medida de bla bla bla. Creo que para análisis de películas existe gente más capacitada que yo así que prosigo. La historia es básicamente de la una chica que tiene un problema mental, una enfermedad por la cual pierde la memoria de lo que hizo después de dormir, conoce por casualidad en un bar, al que siempre va por qué cree que siempre es domingo por la mañana, a un hombre, el personaje de Adam Sandler, quien, haciendo los típicos juegos de las comedias románticas, logra enamorar a la mujercita por un instante. Luego se despiden y vuelven a encontrarse al día siguiente en el mismo bar, pero ella no recuerda nada sobre él, quien trata de proseguir una charla que para ella nunca existió y así. El drama existencial y emocional de la película continúa desde este argumento con los toques de humor que ya mencionamos. Hasta aquí sigue sonando a una película para ver un domingo a la tarde en canal 8, y admito que entretiene. Voy a tomar licencia de escritor a partir de este punto y voy a cambiar el tono de este texto hacia un espacio un poco más profundo, pues quiero comentar algo que me surgió al pensar en esta película de Adam Sandler, porque sí, creo que una película de Adam Sandler puede llegar a motivar escribir algo al respecto en mi blog alguna vez. Pensaba en la aventura del primer encuentro, en la emoción que surge cuando vas a conocer a ese hombre nuevo, misterioso, extraño, que los infinitos de la vida te presentan a veces, por ejemplo, en un bar comiendo algo un domingo, o cualquier día que ella pueda creer que es un domingo. Pensaba en las artimañas de Don Juan que tenemos que representar ante aquella dama, para conseguir esa sonrisa tan deseada, la que nos indica que las cosas están saliendo bien, esa mueca de curiosidad al vernos navegar por nuestros pensamientos existenciales, esa admiración con que nos analiza de pies a cabeza cuando contamos aquellas aventuras caballerescas, de trabajo o de cancha o de amigos. Pensaba en las repetidas mariposas en la panza, que surgen cada vez que se presenta ese posible nuevo amor. Pensaba en la necesidad de reinventarse, cuando queremos llamar la atención de esa extraña y solitaria mujer. Pensaba en lo adictivo de aquella situación que viven los personajes en la película. Desde la perspectiva de ella, sentir en cada encuentro, cada vez que vuelve verse con él, la emoción de la primera vez, las mariposas en la panza dando vueltas y tornando todo el mundo al revés, cambiando los planes de un día como todos, generando ilusiones futuras sobre ese alguien que se nos aparece así, misterioso, encantándose con aquella situación constantemente, viviendo esa primera vez siempre. Y desde la perspectiva de él, crear una nueva persona, lograr encantar a la bella dama en cada oportunidad, reinventándose con la premisa de que en un nuevo encuentro ella lo verá como a ese extraño personaje de ficción, el que suma todas las formas de aquello que quiere, que logra llegar a su corazón, porque es capaz de crear y recrear esos momentos, porque siente en todas sus sonrisas sinceras una victoria. Pensaba en lo adictivo que sería vivir esas primeras veces, esas mariposas y esas reinvenciones, todo el tiempo, en lo rápido que consumimos esos momentos, cuando nos relacionamos con alguien nuevo, cuando empezamos a conocernos, sin aprovechar que tendremos esas mariposas en la panza solo una vez.

lunes, 14 de marzo de 2016

Obsesiones de domingo

Te voy a convertir en mi obsesión de este domingo. Como en otras oportunidades, otros domingos, fue un libro de Cortázar, fueron 10 capítulos seguidos de una serie emocionante, fue una salida a un lugar desconocido. Hoy vos. Puedo pasarme el día entero mirando tus fotos, las del muro, las del viaje a Jujuy, esas que te sacaste frente al espejo luciendo ese vestido que te queda tan bien. Puedo leer tus viejos mensajes, también, volver a encontrarte en esas palabras que compartimos alguna vez, recordar la emoción de conocer tus gustos por el cine, por las salidas con amigos, y por los hombres. Puedo pasarme el día pensando, sólo pensando, en los muchos lugares adornados por lunares que hay en tu cuerpo, en las arruguitas de tu rostro cuando ríes, en el olor de tu cuello al amanecer, en el sabor único de ese último beso, el de la despedida. Y es que ya de sobra te hablé de las vicisitudes de los lunes, de cómo los martes empiezan a apurarme con las tareas incumplidas, y los miércoles el hastío a la rutina se hace sentir más fuerte, por estar justo en el medio, de cómo los jueves no veo la hora de terminar el día y los viernes me cuesta empezarlo como si fuese un lunes potenciado. Los descansos son para los sábados. Las melancolías, las crisis existenciales, las obsesiones de un día, esas son para los domingos. Y te voy a convertir en mi obsesión de este domingo. Como en otras oportunidades, otros domingos, fueron algún cómic épico, un juego de computadora que me inmovilizó durante horas, un atardecer nublado escribiendo cosas como estas. Hoy vos. Para el próximo domingo no he decidido aún, quizá finalmente quieras acompañarme en esa merienda que nos debemos, quizá disfrute de verte de nuevo, y me ayudes a decidir con que obsesionarme ese domingo.

domingo, 13 de marzo de 2016

Salir hoy está por de más sobre valuado

Preferir quedarme en casa de nuevo, sentado leyendo toda la tarde, un domingo fresco pero con sol, con cielo despejado y buena luz, de parques verdes próximos a la primavera y gentes algarábicas por doquier, me hacen pensar en cuanto viene desperdiciando domingos Dios últimamente.

sábado, 12 de marzo de 2016

Lo que me llevé de las clases de teatro

Hablando con un actor, con un artista de la actuación, comprendí una verdad que me parecería absoluta si pudiera creer en uno o varios infinitos. Me dijo, y cito, “para interpretar un terrorista con barba, te tenés que dejar la barba, tenés que usar la barba, tenés que sentir la barba y ser la barba”. Suena lógico. De todas maneras me preocupaba más el hecho de que, para interpretar un terrorista lo importante sea saber usar y sentir la barba. Supongo que la violencia, el terror y la intimidación, son parte del cotidiano de la vida, no solo la de un terrorista, nada demasiado difícil de interpretar entonces, solo aprender a sentir la barba. Cuando pienso en aplicar este absoluto a lo que yo hago, quedo en un lugar un poco complicado. Supongo que quienes escribieron heroicas historias, de hombres sublimes, en alguna manera fueron hombres heroicos y sublimes, o al menos creyeron serlo, a lo Quijote. Que me quedaría a mi entonces. Escribir historias sobre un hombre mediocre, con un trabajo mediocre, que vive en una ciudad mediocre y se siente mediocre. Pobre del lector, cuan mediocre podría ser esa historia.

La mejor defensa es...

Que confundidos están los que piensan que el sarcasmo es un arma de ataque, que penetra en lo más íntimo de tu ser para causar estragos en tus entrañas sensibles. Daños profundos, lastimaduras ocultas que no pueden ser tapadas por curitas de 50 centavos. Para nada, no. El sarcasmo, mi sarcasmo, no es más que una forma de defensa, una estrategia bien calculada de repliegue ajedreciano. Es una coraza o escudo que detiene tan incesante devenir constante de formas de entender, la realidad, más simples. Formas que podrían, en algún punto, si es que acaso no me defiendo de alguna manera, hacerme disfrutar del mundo y de sus muchas entropías, de lo maravilloso de la existencia bíblica, casi hasta el grado de hacerme sentir feliz, en algún momento.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Quien ríe último

Ya vencido, en mi lecho de muerte, con las ultimas energías para pensar apenas, y un dolor agudo, que creo, no cesará más, en mi mente solo están ellos. Todos los doctores, todos los curanderos y chamanes, los clérigos, todos, todos los que trataron de rescatarme de este derrotero y no pudieron, ellos. Y si los tuviera aquí en frente ahora, y si acaso pudiera hablarles, les diría "gané. Les gané putos. No pudieron hacer nada por mí, les gané".