jueves, 20 de enero de 2011

A mis amigos Al, Beto y Fa

Compañeros de palabras, amigos de estrofas en tiempos de trovas, letras de este alfabeto de años de hombres, de cinceles, de plumas y teclados, les doy la bienvenida a mi humilde morada. Esta es su casa también, está aquí para ustedes, está aquí por ustedes. Y es que ustedes la construyeron, desde los cimientos, cada ladrillo, cada viga, todos son ideas o sueños concretados en mi vida imaginaria, por palabras y frases, párrafos completos de hojas y hojas, que ustedes me permitieron escribir. Este es mi homenaje, es humilde y es sincero. Solo algunas palabras al aire recitadas sin mayor importancia, en una sala repleta de personajes, de héroes y villanos, de dioses y mortales, provenientes de galaxias y tiempos distantes, que esta noche me acompañan en un brindis como lo han hecho antes, cómo lo harán siempre que me encuentre en este estado de felicidad plena, mientras permanezca en este interminable estado de coma.

* del libro Ernesto Pérez Pascualino y sus cuentos de ciencia-ficción popular

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