En clave de catarsis personal escribo esta entrada para afirmar lo que es una certeza para mí y generalizarlo hacia las masas como ley universal sujeta a todas las contra leyes e interpretaciones que se les ocurra. Listo, después de esta introducción / (barra) lavada de manos pilática procedo a explicar e motivo de la entrada en cuestión que seguramente será menos elaborada que las simples líneas anteriores. De la mano de una posible crisis de los 30 que me niego a reconocer como tal, me encuentro en la situación de búsqueda sin desenlace favorable de pareja sexual / (barra) romántica y de pensamiento abstracto con quien compartir ideas sueltas como esta sin la necesidad de tener que torturar a lectores de este espacio. Por supuesto que en cada cita / (barra) encuentro de cualquier índole expongo mis cualidades analistas e interpretativas de la realidad, desde cualquiera de los aspectos sobre los cuales hice alguna lectura previa alguna vez en estos cortos 30 años de vida, y que me permiten presentarme como un sujeto interesante de conocer en profundidad, buscando de esa manera opacar la falta de ojos de colores o de bíceps bien trabajados en algún gimnasio durante esos mismos cortos 30 años de vida.
No es novedad que a medida que nos hacemos más grandes nos cuesta más relacionarnos. Sobran especulaciones sobre los motivos de este problema, que irían supongo, si alguna vez leo un libro de auto ayuda o análisis de la sociedad posmoderna confirmo esto, irían desde el hecho innegable de que nos volvemos más toscos, y con eso quiero decir menos permisivos sobre las peculiaridades de los demás, y la difícil necesidad de tener que bancarnos esas peculiaridades, también puede tener que ver con una necesidad biológica amplificada por los años que nos llevan, a veces, a tratar de ir con mayor velocidad sobre las etapas típicas de las relaciones, sobre las que tampoco se nada pero que seguramente hay material de lectura. Estos pueden ser motivos validos o no para el lector, lo son para mí y con eso me basta para pasar de este tema.
Lo cierto es que, desde hace un tiempo, que coincide justamente con el inicio de mi tercer decenio de vida, siento que las expectativas en el otro bando en contienda, ese género tan impredecible y único como es el femenino, ya no están puestas tanto en las ideas extrañas que el intento de escritor, tirado a poeta y algo romántico, les pueden transmitir, sino más bien en cuáles son las cualidades laborales / (barra) personales y de pareja, con las que cuenta.
Sería más sencillo entonces, y no tengo problema en hacerlo de este modo, intercambiar currículums vía email antes de la primera entrevista / (barra) encuentro. De esta manera nos ahorraríamos preguntas odiosas como qué haces y qué te gusta. También podemos adjuntarle al currículum los proyectos personales que involucren la futura participación en la empresa / (barra) relación. De esta manera nos evitamos, además, el discurso armado del sueldo y el plazo fijo y la hipoteca, incluidas vacaciones y terrenito en el Cadillal. El currículum ideal debería incluir fotos de cuerpo completo en ropa interior, aquí quiero afirmar que solo podemos decir me gusta después de verla en ropa interior, en las peores trusas de ser posible, esa es el alma desnuda de una persona. Este currículum incluiría gustos con respecto a niños y animales, fobias y alergias y un listado de los alimentos que provocan problemas estomacales y por supuesto el detalle de estos problemas. Un currículum así ahorra al menos una hora de charla vacía de contenido y que, si se prolonga, es solo una señal de que el encuentro no va por buen camino. No estoy a favor de mencionar en el documento gustos sexuales. Los morbos y tabúes deberían permanecer privados la mayor parte de tiempo posible como para asegurar, al menos, los primeros contactos y, además, para demostrar que no soy tan cuadrado respecto a esto, al final de cuentas, hay que dejar algo a la sorpresa.
Interesadas pueden mandar su respectivo currículum al apartado postal indicado al píe de página y aguardar ser contactadas a la brevedad. Aventureras abstenerse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario