viernes, 15 de enero de 2021

Distopía delivery

– Eh, que haces.

– Hola, que haces.

– Viste lo que dice Pancho, el más viejo del delivery del sexshop, ¿vos sabés como era antes?

– Se, va, algo me contaron, me dicen que antes de nosotros, antes de las motitos y las entregas, la gente si salía de sus casas, iban a trabajar, salían a comer, hacían ejercicio en la plaza, cosas de esa gente.

– Antes de los edificios grandes grandes ¿verdad?

– Se. La cosa es que después salió lo del teletrabajo, y el aula virtual, y las redes sociales, y ya todo lo podían hacer desde las casas y de a poquito dejaron de salir y dejaron de salir más y después ya no salían nunca, solo para hacer las compras y nada más.

– Claro, entonces vino un pícaro e invento lo del delivery.

– Na, ya había delivery antes, solo que éramos los menos. Ahora casi solo estamos nosotros en las calles, y por supuesto los zorros persiguiendo a los truchos.

– Se, esos son unos forros. ¿Te imaginás como era antes?, ¿con colectivos, con autos, con bicis, con más gente en la calle? Ah mirá, te entró un pedido.

– Sí, es verdad, es de anillos de boda. Parece que Pablo, el del edificio grande de la Junín, se casa. Te dejo chango, me voy antes que se arrepienta la novia, nos vemos, suerte.

– Dale, nos vemos, suerte.

# Escrito años antes de la actual cuarentena.

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