– ¿Juliana qué hiciste, por qué lo desaprobaste?
– Hizo trampa Marta, el pendejo hizo trampa.
– Callate, no le digas así, a ver si te escuchan afuera, pobre pibe – contesta Marta apuntando la voz hacia la puerta – ¿Cómo que hizo trampa, como sabés?
– Lo vi, justo cuando me di vuelta para preguntarle algo a Roque, al profesor integrador que tiene, él bajó un poco la cabeza, miró en la Tablet las respuestas que tenía marcadas en verde, después, cuando le pedimos que indique las correctas, eran justo esas.
– Vos estás loca, no se te ocurrió que él podría haber estudiado ese tema, que por eso sabía qué responder.
– No, no, no es así, él las sabía, pero por que las vio en mi Tablet.
– Ay Juliana, pero, a ver, ¿y qué si es verdad?, ¿y que si pispeó un par de preguntas?, ¿cuántas le hicieron? Como veinte. No podés desaprobar a alguien por copiarse dos preguntas, no sé, ponele la nota más baja y listo, si tan moralista sos ahora.
– No, no es justo para él, no es justo para los demás compañeros que se la pasaron estudiando para terminar la carrera, que vuelva a rendir, pero que no haga trampa.
– Escuchame, ¿no podés compadecerte, solo esta vez? ¿dejarlo pasar?, digo, por lo que él está…
– ¿Por qué, por la parálisis?, ¿Por qué después del accidente solo puede mover un poco la cabeza?, ¿Por qué no puede hablar?
– Si, por todo eso, y porque vino gente de Canal 13 a cubrir la rendida, porque la madre es una ex alumna de la facultad y está forrada en guita, y si quiere te clava un juicio y te deja sin cátedra, porque hay como trescientas personas afuera, porque esto es noticia nacional, ¿Qué más querés que te diga?, no lo podés desaprobar, te vas a mamar un semejante quilombo.
– No me importa.
– Te tiene que importar Juliana, es tu futuro, y el de tu familia.
Juliana baja la cabeza, mira al suelo unos segundos, después ciñe las manos con fuerza.
– Ya no me importa nada.
Golpean la puerta de la oficina de la cátedra. Juliana sale. Los corresponsales preguntan qué va a pasar con Pablito, si se va a recibir de ingeniero, cual es la nota final. Juliana apunta la voz a los micrófonos, exhala aire por la nariz y habla seria.
– Buenas tardes. Hoy rindió examen en mi mesa el señor Pablo Francisco Sandoval, hijo de una ex alumna de esta facultad, la señora Beatriz Antonia Gutiérrez de Sandoval, mujer que actualmente tiene una relación extramatrimonial con el rector de la universidad, el ingeniero Juan Carlos Lizárraga, mi marido.
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