viernes, 12 de marzo de 2021

divisiónDeBienes

No entiende por lo que estoy pasando, no puede hacerlo, no es como yo, no se formó con los mismos valores ni sabe distinguir cuando una pelea es un poco más que una simple diferencia de opiniones. Y es por una cosita muy chiquitita para alguien tan inteligente, como se considera, un reclamo tan pequeño, como que no haya pagado la boleta del gas, es suficiente para que se saque, para que empiece a darme esas excusas estúpidas y a decirme que no tiene la culpa por distraerse muy fácil y que siempre fue así, que no es cosa del otro mundo y que mañana se va a encargar de todo, pero no, mañana no debía estar haciendo esto, alguien con tanta lucidez debería notarlo, era para hoy, era para ahora. Un pequeño reclamo y debo soportar toda esa sarta de estupideces, así, violentamente en mi contra pensando que no me doy cuenta lo poco que le importa, siempre tan efusivo, siempre temperamental, exasperándome con esa pretensión de querer hablar todo, de insistirme cuando lo que menos quiero es tenerlo cerca. No puedo aceptar que alguien así siga en mi vida, no después de que todo el tiempo estoy velando para que las cosas funcionen, y como siempre tengo todo listo cuando debemos salir o a la hora de hacer los quehaceres. Soy tan cociente de las cosas en la casa, estoy a disposición de lo que haga falta y a mí no se me pasa pagar una factura de mierda, a mí no se me pasa. Es la una, a esta hora debe estar por salir del trabajo, en un par de horas nos vamos a ver otra vez y va a ser todo como antes, y como siempre voy ser yo la que aguante todo esto, debo ser yo la que entiende, hasta esa suerte tiene, de que sea capaz razonar las cosas y de que sepa controlarme, no se merece a alguien como yo. Sé que no puede hablarme sobre separarnos, sé que no va a decirme algo como “necesito que sepas lo que me está pasando, hace rato que siento que no es lo mismo, que estamos distanciados, que ya no deseo pasar el tiempo con vos como antes, queALoMejorLosAños y la costumbre hicieron que nos alejemos, que busquemos otras actividades, otros lugares, estar con alguien más, la mejor idea va a ser esa, separarnos”, pero no creo que algo así pueda pasar, no creo que quiera, no debe entender por lo que estoy pasando, no creo que valore el esfuerzo que vengo haciendo todo este tiempo para estar bien, para aparentar que estamos bien los dos, pero algo surge, y terminamos en una pelea. Como todo el asunto ese de la boleta del gas, tampoco era para tanto. A esta hora suele ir a nadar después de dejar a los chicos en la escuela. Más tarde, cuando nos veamos, seguramente vamos a terminar peleando de nuevo, como todos los días, por cualquier cosa. Y quienes realmente sufren todo esto son los chicos. Ellos no tienen la culpa. Ellos solo están ahí mirando como día a día la familia feliz de la que alguna vez formaron parte se va derrumbando. Tal vez pueda entenderme, que lo que ellos están pasando es mucho mayor que cualquier diferencia que podamos tener entre nosotros dos. Me gustaría escuchar que me dijera “yo los quiero tanto como sé que vos los querés, también sufro como vos al saber lo que ellos están pasando, también me gustaría que las cosas fueran diferentes entre nosotros, para no dañarlos a ellos. Pero podemos llegarAUnAcuerdo, yoQuieroEstarConEllos tanto como vos, podemos pactar los días, ayudarnos para buscarlos en la escuela o llevarlos al centro, navidad en mi casa y año nuevo con vos, podemos hacer que funcione, que ellos sean felices de nuevo, con nosotros” pero no me va a contestar algo así, por su orgullo, por sus caprichos, por cómo es desde el día en que nos presentaron. Y qué hacer con los amigos, con toda la gente que nos acompañó hasta el día de hoy, tan comunes a los dos. Seguramente está con alguno de ellos ahora, en el gimnasio o en algún bar, sé que retrasa lo más que puede la llegada a casa, no quiere vernos ni a mí ni a los chicos. Vamos a tener que elegir con quien compartir, vamos a tener que dudar si pasar el rato con el grupo de amigos de siempre, si alguno de los dos ya está con ellos y qué puede pasar al encontrarnos ahí, va a ser la vuelta a las peleas, va a ser la aparición de esos rencores que hoy nos tienen como estamos, eso no sería justo para nuestros amigos. No puede pensar como yo, no puede explicarme que “los amigos del grupo, todos, son tanto amigos tuyos como míos, no me parece justo para vos o para mí que tengamos que elegir con quien estar o no, no importa si tenemos mayor o menor afinidad con alguno de ellos. Tenemos que asegurarnos de que vamos a comportarnos como adultos cuando nos veamosConEllos, queLoQueEstéSucediendo entre nosotros o con los chicos no nos va a impedir poder pasar un buen rato con los amigos, tomar algo en el bar, salir a bailar o a comer, tenemos que poder seguir compartiendo esos ratos con ellos, mantener la normalidad nos puede ayudar a superar esta separación” sería mucho más fácil si pensara de esa manera. Si no fuese tan egoísta y pudiera tomar en cuenta a otra persona solo una vez. Si pudiera sugerirme un acuerdo como ese y pudiéramos hacer también una división de bienes como esa. Que podamos decidir en forma pacífica quien se va a encargar de la custodia de los chicos. Debo ser yo, aunque los dos podamos hacerlo. Y no dudo de cuanta dedicación les ha puesto en estos años, pero son mis hijos. Temprano me dijo que después de natación haría las compras de la semana, no habría querido aceptar mi ayuda. Seguramente va a hacer tiempo comprando por ahí, creo que demora el regreso a casa. El que vea por los chicos debería quedarse con la casa, es lo justo. Tenemos que dividir los gastos de la custodia. El hecho de que alguno ya no viva ahí no significa que no pueda ir, pasar tiempo con los chicos y ayudar con los problemas que se presentan, pero después irse nuevamente. Me gustaría que me dijera “el hecho de que nos separemos no significa que la familia se disuelva, las cosas van a cambiar pero creo que podemos seguir estando para los chicos, y encargarnos de las cosas que vayan surgiendo con respecto a gastos y a la casa. Prefiero que vos decidas quiénDebeQuedarse, deTodasManeras, aunque uno de los dos ya no pueda estar todo el tiempo aquí, cualquiera debería poder venir cuando quiera o cuando haga falta, esta casa es tan tuya como mía y ninguno de los dos deberíamos vernos obligados a abandonarla.”

Seria pedir mucho, pero ya ha pasado tanto tiempo de esta situación, y nunca ha demostrado poder decir algo como eso. Ya estoy en casa, resta abrir la puerta para encontrarme con lo mismo de siempre. Eso no va a pasar, no sabe cómo expresarse, no puede decirme lo que piensa, lo que siente, lo que le gustaría que hagamos, juntos o separados. Llegue antes, solo unos minutos, pronto entrará por esa puerta y todo comenzará de nuevo.

– holaAmor ¿todoBien, tePasaAlgo?

– noNada, noMePasaNada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario