Sin lugar a dudas este es el cuento, de los últimos años, que más me gusto hacer. Se me ocurrió un día en la ducha antes de irme a trabajar. Cuando salí del baño me senté mojado, enajenado a escribir (ese día llegué tarde al trabajo). Cuando lo leí en el café literario a los chicos les gustó mucho y ese mismo día otro escritor, de los que nos reuníamos por entonces, llevo un texto de una temática similar. Todos comentamos que a veces pasaba en el café que uno u otro llevaba un texto que coincidía, en temática o en estilo, con el que había llevado un compañero. Me gusta pensar que era parte de la magia de aquellas reuniones. Concluyo la intro con una idea que tuve hace un tiempo respecto a este cuento. Es que a mí me fascina lo que cuenta, como lo cuenta, el uso de muchos nombres propios, la ubicación geográfica, el final que en nada se relaciona con casi todo el cuento, me gusta mucho. Y como idea pensé que si algún día armo una antología de cuentos, escritos por mí en los últimos años, el nombre de esta tiene que ser Ernesto Pérez Pascualino y sus cuentos de ciencia-ficción popular.
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