– Vos tenés que contar todo, así como me dijiste recién, pero más triste. Que la gente sepa todo el tiempo que venís buscando a Marcos, que lo extrañas un montón, que lo querés ver.
– No se preocupe Laura, yo soy actrí, sabe…
– Bueno, entonces no te va a costar nada. Tenela así a la foto, frente a la cámara, que se vea que es lo único que tenés de él, no importa si no se distingue, yo ya les pasé una copia a los del canal para que la pongan en primer plano.
– Eso le quería preguntá Laura, ¿a qué hora maomeno salimo? Es para avisarle a mis chicos para que me vean.
– Creo que en 15 minutos largamos, estate lista. Y por favor, esto es muy importante, por favor no me interrumpas cuando esté hablando durante la nota.
Laura quería pegarla con esta nota. Adriana Mendoza, la histórica panelista de actualidad del programa “Con vos hasta el mediodía”, estaba a semanas de dejar el show para trabajar en la tv publica, la vacante que quedaba tenía que ser suya. Laura odiaba a Adriana. Se sabía más bonita que su compañera, tenía una rutina estricta en el gimnasio y una dieta baja en carbohidratos. Se sabía mejor preparada que ella, había estudiado periodismos en la UBA y todas las mañanas leía los portales de noticias mas importantes para estar actualizada. Sabía que no iban a reemplazar a Adriana con un hombre, ya había muchos varones en el estudio y tenían que cumplir con la cuota de género para no disgustar a los progres. El productor le anuncio que salían al aire.
– Buenos días Ruben, Adriana, Carlos, Juan y bueno, a todos los compañeros en el estudio. En efecto estamos aquí en el Museo Nacional de Bellas Artes, pero en esta ocasión no para cubrir la presentación de una obra, o la exposición de un artista plástico, sino para contarles una historia de amor. Quien me acompaña es Jenifer, ella es una moza que trabaja en un bar de avenida…
– Actrí, disculpe Laura, yo soy actrí.
– …
– Si, buenos días Rubén, y a todos en el estudio y en especial a Adriana que la veo toda las mañanas en el bar y me encanta verla y me encanta escucharla cuando estoy trabajando y eso.
– …
– Si, yo trabajo de moza en un bar, pero ese trabajo es temporal noma, porque yo soy actrí, yo estudié en la faculta do año sabe, pero tuve que dejar porque justo me quedé embarazada y bueno, los tengo que mantené a los chiquitos.
– …
– ¿La foto?, si la foto es de Marcos, el venía conmigo a ver las obras cuando éramos novios y…
– Y ese fue el comienzo de la historia de amor que les contaba. Jenifer y Marcos fueron novios que se conocieron en la Universidad de Arte de…
– No, si yo a Marco lo conozco desde chiquita, del barrio…
– Cierto, pero cursaron juntos la carrera y ahí se pusieron de novios. Durante mucho tiempo fueron juntos a ver obras de arte en el Museo que tenemos aquí atrás, después se separaron y Laura dejó de venir, pero Marcos lo seguía haciendo. La foto que tiene Jenifer en sus manos, la que están viendo en pantalla ahora, fue tomada por uno de los trabajadores del museo, que veía a Marcos todas las tardes sentado frente al mismo cuadro, recordando el pasado o, quien les dice, quizás esperando a Laura…
Marcos está haciendo zapping cuando pasan por el canal que está transmitiendo la nota de Jenifer. Él no la ve y cambia rápidamente.
– Papá, ahí estaba la mamá en la tele.
– Ma ver, si e verdá, he Jenifer, ¡Jenifer!
– Voy, voy, ¿Qué pasa?
– Ahí están dando la nota esa donde aparecé de nuevo, che y ¿Cuánto te van a pagar por eso?
– Nada pa, si eso era para haceme conocé en la tele noma, yo le dejé mi número al camarógrafo, para que le dé al productor. No le quise dar a la Laura esa porque es una envidiosa.
– ¿Y ya te llamaron?
– No pa, todavía no, será cuestión de esperá nomá, seguro que pronto me llaman.
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