miércoles, 13 de julio de 2016

Perfume

Nace en tu piel, en tu cuello mojado y rosado, es el toque justo. Se mueve entre la gente, con vos, como una estela que marca tu rumbo, como el encanto de dama que dejas al pasar. Es un pasar rápido e indirecto, en que evitas a cada una de esas personas, esquivas sus llegadas y salidas en carrera fija, sin rumbo errado quieres llegar hasta mí, y dejas a tu paso el sabor de tu cuello blanco, de tu cuerpo entero, desnudo y perfumado de tus muchas inocencias. Y quienes te rosan, sin tocarte, te presienten, y por un instante te tienen sin tenerte, se posesionan de todo aquello que puedes ser para ellos o para mí, te saborean, te respiran y se llenan de vos, por un instante que es un pestañar y que luego se pierde. Me siento extraño, celoso engañado, ya no soy el único en tenerte.

* El autor tenía archivado este texto desde los tiempos en que el romance aún no había sido vendido a Disney.

No hay comentarios:

Publicar un comentario